Les copio el programa del Patio Infantil, de todas formas, busquen en la programación los espectáculos, talleres y narraciones infantiles del día en que piensan ir. A no faltar!!!
Taller creativo literario
viernes, 26 de abril de 2013
jueves, 13 de diciembre de 2012
Noche de las librerías 2012
Una noche al año la avenida Corrientes entre Av. Callao y Talcahuano se convierte en peatonal y sus librerías y bares más emblemáticos se abren al público general con actividades culturales para grandes y chicos.
Este año, el tradicional corredor de la avenida Corrientes se amplía, y suma actividades hasta la calle Junín mientras la programación en barrios se extiende en esta oportunidad a San Telmo, Palermo, Belgrano y Recoleta.
El show en vivo de Julieta Venegas abrirá una nueva edición de Noche de Librerías y la apertura institucional del programa de actividades servirá como marco para la presentación del Mapa de Librerías de la Ciudad, herramienta de consulta online para todos los vecinos.
Además, la programación general suma espectáculos de narración oral, mesas redondas, bicleteada por librerías, proyecciones, recitales, baile y muchas actividades para todas las edades.
CONSULTÁ ACÁ LA PROGRAMACIÓN PARA LOS PEQUES!
sábado, 3 de noviembre de 2012
Superhéroes!
Creamos unos superhéroes. Inventamos sus poderes, características y les diseñamos un traje:
Candela inventó a Súper Mariana, que tiene el "poder de formas" su cuerpo puede cambiar de forma ante cualquier ocasión.
Martina diseñó a Colourvel-Man que cuenta con dos súper poderes: cambia de color y corre muy rápido. Adquirió el primer poder al observar un arcoiris y el segundo, al chocar contra un auto.
Jimena diseñó a Cololín. Tiene la capacidad de camuflarse de sus enemigos.
Carme inventó a Súper Violeta, que tiene el "poder del sol": consiste en tirar rayos solares para darle calor a las personas que tienen frío.
Abril inventó a Brillante Luz que cuenta con varios poderes. El de la luz: se hace de día cuando ella quiere; el de la estrella: prende y apaga las estrellas; el del sol: hace que cualquier chico que elija se enamore de ella..
Vicky diseñó una nueva versión de la mujer invisible
Brenda inventó a Bella-Belleza. Sus características: es bella y convierte a las chicas en bellas, y a las actrices que ocupan su lugar en el cine, las convierte en feas.
jueves, 18 de octubre de 2012
El microscopio en el taller
viernes, 28 de septiembre de 2012
“Hay que leer para y con los hijos”, Yolanda Reyes
“Hay que leer para y con los hijos”
En el reciente FILBITA la escritora, pedagoga y promotora de lectura habló sobre la importancia de la lectura en la primera infancia.
Yolanda Reyes pasó por la Argentina para participar del Filbita, la sección para chicos (y no tanto) del Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (Filba). La escritora y pedagoga colombiana habló con Clarín sobre la importancia de la lectura en la primera infancia, la necesidad de contar con una lengua capaz de ordenar la experiencia vital, un relato que aporte sentido al caos de un mundo en el que todo se ve, se oye y se experimenta por primera vez.
¿Cómo se forma un lector?
Yo no creo en las recetas y hay caminos muy distintos, pero creo que si hay algo que nos hace lectores a todos los que de alguna forma buscamos libros o historias es la necesidad del sentido, y la constatación de que es posible el sentido. Creo que eso es lo que buscamos en las historias que nos leen cuando somos niños. Yo me imagino a alguien que tiene dos años, cuando todo le pasa por primera vez, me imagino la vida como un tumulto de acontecimientos sin ilación, y lo que hace una historia es mostrar que las cosas se ordenan en el tiempo y que se va construyendo una narrativa y un sentido. Pienso que lo que hace una mamá o un papá que cuentan un cuento es organizar el tumulto de la experiencia, es darle un sentido. Esa es la revelación fundacional. Eso es lo que nos hace buscar historias.
¿Es lo que genera el hábito de la lectura?
Existe esa práctica de leer un cuento antes de dormir. Fíjate lo que son los símbolos, al niño lo que le importa no es la receta en sí, sino el sentido del rito. Ese “Había una vez, en un país muy lejano…”, ese separar la vida real de la ficción, armar un hilo simbólico en el que el niño se mira y mira la cara del padre y está teniendo una conversación profunda sobre la vida en ese rito. Pero además se está preparando para dormir, para ir al mundo de los sueños que es tan aterrador. Allí vuelve a aparecer esa estructura, ese caparazón que guía y ordena. La lectura y el afecto que circula, la vida que circula, esa conversación de vida que es leer un cuento. Si me dijeras recetas yo diría que hay que leer para los hijos, leer con los hijos y tener fe en el lenguaje como una envoltura que va más allá de lo fáctico.
¿Hay un valor especial, un gesto distinto en el leer en voz alta?
Leer de viva voz, sí. El acto solitario de leer en la adultez implica reconectarse con esa voz que fue en algún momento el libro, porque el libro, antes de ser el libro, fue la voz de alguien. Lo que hace la lectura es poner en la voz humana todas las emociones. Al principio de todo, la literatura es voz y a mí me encanta decir que los bebés leen con las orejas, como los poetas. A los bebés no les importa qué dicen las palabras sino cómo lo dicen, como lo envuelven, cómo cantan. Tiene que ver con el corazón, con los ritmos de la vida. Eso es lo que hechiza al bebé. La voz es la primera impronta simbólica en un bebé y es portadora de afecto. La voz, la oralidad viene de muy atrás.
-Esa idea de la lectura como dadora de orden, hace pensar en la literatura como un refugio…
-Sí, porque la historia está organizada en el lenguaje, no puede salir de ahí. La literatura dice: “Erase una vez”. Es un tiempo distinto, vamos a estar a salvo. En la realidad no sabemos lo que va a pasar pero en la literatura controlamos, acotamos, cerramos y los hechos empiezan a suceder. Eso es lo que hace distinta a la narrativa del discurso de la vida fáctica. Por eso es tan terrible lo que les pasa a los niños que no tienen quién les cuente una historia, porque el lenguaje de todos los días, ese “levántese”, “córrase”, “apúrese”, es un lenguaje fragmentario, un lenguaje que se salta cosas. La lengua del relato, en cambio, necesita una organización y es el hilo del pensamiento. A un niño al que le cuentas una historia le estás diciendo que en la lengua escrita, en la lengua de lo simbólico, las cosas están organizadas, sin saltos abruptos. El lenguaje de la vida real es más rápido.
POR MARÍA LUJÁN PICABEA - mlpicabea@clarin.com
Fuente: Diario Clarín
jueves, 27 de septiembre de 2012
10º Maratón nacional de lectura, Fundación Leer
El viernes 28 de Septiembre se celebra en todo el país la 10º Maratón Nacional de Lectura:
La Maratón Nacional de Lectura de Fundación Leer es un evento dedicado a celebrar y compartir la lectura. El día de la Maratón, simultáneamente en diferentes puntos del país, miles de niños, jóvenes y adultos comparten diversas actividades vinculadas como lecturas en voz alta, relatos orales, obras de teatro y títeres basadas en textos literarios y diversos juegos en torno a la lectura.
"La lectura es vehículo privilegiado al saber, práctica inigualablemente reflexiva, placer que se reproduce, que crece, que alimenta al lector a cada paso volviéndolo más crítico, más libre. La lectura es el centro de la educación. La Maratón Nacional de Lectura es una propuesta de Fundación Leer que invita a que comunidades enteras sean convocadas desde diferentes instituciones con un mismo propósito: celebrar la importancia de la lectura como práctica necesaria y derecho ineludible de todos."
Más info aquí
viernes, 21 de septiembre de 2012
Nik y los orígenes de Gaturro
El premiado humorista gráfico, que colabora desde hace 20 años con el diario La Nación, reflexiona sobre sus inicios, sus logros, su infancia y el amor que sus hijas sienten por su personaje crreado
Un mundo mágico repleto de muñecos, juguetes, rompecabezas, libros llamativos, cuadernos de colores, adornitos y dibujos nos reciben en la oficina donde trabaja Nik. Si un chico atravesara la puerta de entrada se desesperaría al pensar qué tocar primero pero, como somos adultos, nos comportamos y nos disponemos a adentrarnos en otro mundo mágico: el del inventor del gato más querido por las familias argentinas.
Trabajás desde los 17 años haciendo tiras, ¿las ideas no se agotan nunca?
Lo que me pasa es que ya hace tantos años que lo hago que a veces ni lo pienso, me sale naturalmente. No es ni un hobby ni un trabajo, es parte de mi vida, porque si cuando me levanto se me ocurre algo ya lo pienso de forma gráfica, y todo es un disparador, cuando caminás por la calle encontrás inspiración todo el tiempo. Pero también hay una técnica, vos podés ir anotando temas, pero después te tenés que sentar, pensar sobre qué se va a tratar, qué es lo que querés transmitir y es todo un trabajo, no es que se te ocurre un chiste por la calle. Aunque yo estoy atento a las tendencias, porque me interesa saber hacia dónde va el mundo y qué hacen las nuevas generaciones, después me siento, busco información, trabajo mucho con el diccionario, me gusta buscar temas y palabras relacionadas, porque ahí encuentro ganchos. Pero es un ejercicio que hago desde hace tantos años, desde tan chiquito...
¿Cuántos años tenías cuándo te diste cuenta de que esto era lo que te gustaba?
Yo empecé a dibujar desde muy chico, pero a los 7 u 8 años ya hacía mis propias historietas porque quería hacer dibujos que tuvieran algún sentido concreto como hacer reír. Yo era muy tímido, entonces buscaba a través de mis dibujos despertar una reacción en el otro, porque para mí era todo un logro. Y esto lo sigo manteniendo, pienso en qué reacción puede provocar cada dibujo que hago.
¿Cómo convertiste la vocación de un niño en una carrera?
De a poco. Cuando terminé el colegio, García Ferré me publicó los primeros dibujos en la revista Muy Interesante. Después pasé por editoriales para chicos como ilustrador y por El Cronista, hasta llegar a La Nación, donde empecé como un colaborador con el sueldo mínimo, empecé muy de abajo.
También estudié varias carreras; estudié dibujo desde muy chico, hice publicidad y me recibí de Diseño Gráfico en la UBA, pero nunca lo apliqué, o quizá lo hago indirectamente, pero son disciplinas muy distintas.
¿Por qué estudiaste diseño gráfico y publicidad? ¿Eran el plan B por si la historieta fallaba?
Puede ser, eran las carreras más afines a lo que a mí me interesaba y, si bien no había un mandato, todos mis compañeros del colegio estudiaban una carrera. Además me encanta el ámbito académico.
¿Por qué estudiaste diseño gráfico y publicidad? ¿Eran el plan B por si la historieta fallaba?
Puede ser, eran las carreras más afines a lo que a mí me interesaba y, si bien no había un mandato, todos mis compañeros del colegio estudiaban una carrera. Además me encanta el ámbito académico.
De todos modos, cuando entré a la facultad yo ya trabajaba de humorista gráfico y pensaba que no iba a poder vivir del humor gráfico, de hecho aún hoy es algo incierto y raro vivir de esto, por lo tanto en ese momento pensaba que tenía que tener una carrera. El diseño y la publicidad me sirvieron porque indirectamente aplico el diseño y ciertas estrategias de publicidad a la historieta, pero me siento un humorista gráfico 100%.
¿Te resulta muy difícil de mantener la dualidad entre el humor político y el infantil, y satisfacer a ambos targets?
Intento ponerme en el lugar del otro, pensar qué es lo que está necesitando. Cuando pienso en política, pienso en un lector clásico de La Nación, un lector promedio, y qué es lo que quiere este señor y es lo mismo cuando hago Gaturro, pienso qué es lo que está necesitando ver un chico, imagino por dónde pasan sus inquietudes.
¿Te resulta muy difícil de mantener la dualidad entre el humor político y el infantil, y satisfacer a ambos targets?
Intento ponerme en el lugar del otro, pensar qué es lo que está necesitando. Cuando pienso en política, pienso en un lector clásico de La Nación, un lector promedio, y qué es lo que quiere este señor y es lo mismo cuando hago Gaturro, pienso qué es lo que está necesitando ver un chico, imagino por dónde pasan sus inquietudes.
En general uno tiene distintos registros en la vida, podés tener una visión ácida, crítica, comprometida de la realidad como ciudadano, como persona que participa de la comunidad, y eso es lo que trato de volcar en el chiste político. Por otro lado, como todos, llevo un niño adentro, con una lectura diferente de la realidad, que no pasa por la actualidad, sino que habla de las cosas que nos pasan como sociedad, en la familia, en las relaciones con los padres, con el amor imposible como el de Gaturro con Agatha.
Además, de chico yo siempre fui muy fanático de las tiras universales que llegan a todo el mundo, yo con Gaturro intento hacer eso, que sea una tira que no está hecha específicamente para un chico, sino que está hecha por un grandulón al que le resulta simpática, que la consumiría. Siempre la pienso como una tira para que lea el papá con su hijo y que el papá no se aburra, que haya un grado de complejidad también y que quizá si el chico solo no lo entiende lo consulte con sus papás, en Internet o en el diccionario.
Hay tiras más visuales, otras más naif, otras que hablan más sobre lo que nos pasa como sociedad, pero siempre busco mantener distintas lecturas y que las tiras abarquen un rango de edad muy amplio, que sean multitarget.
Y con el lanzamiento de Mundo Gaturro. ¿estás más conectado que antes?
Un poco sí. Mundo Gaturro es un comunidad increíble, tiene 6 millones de registrados activados y eso es, entre otras cosas, porque es un sitio muy seguro, los padres se quedan tranquilos y los chicos se divierten a través de juegos, una red social propia, Picapón, y mucha interactividad.
Tenés dos hijas, ¿cómo es para ellas que su papá sea el creador de Gaturro?
Yo me pregunto qué pensará mi hija, porque ella desde que nació me ve dibujando, no sé si pensará que todos los papás dibujan, pero lo que tiene de bueno lo que yo hago es que es muy claro para ellas lo que hace el papá. Porque pienso que un papá que es contador público, cómo le explica, cómo le muestra lo que hace, en cambio a mí me ven con el tablero, con el lápiz, con la computadora, hacemos cosas juntos, hay una conexión directa con lo que hago.
Tenés dos hijas, ¿cómo es para ellas que su papá sea el creador de Gaturro?
Yo me pregunto qué pensará mi hija, porque ella desde que nació me ve dibujando, no sé si pensará que todos los papás dibujan, pero lo que tiene de bueno lo que yo hago es que es muy claro para ellas lo que hace el papá. Porque pienso que un papá que es contador público, cómo le explica, cómo le muestra lo que hace, en cambio a mí me ven con el tablero, con el lápiz, con la computadora, hacemos cosas juntos, hay una conexión directa con lo que hago.
Y es algo que me pone muy contento, hacer lo que me gusta desde chico y que hoy mis hijas puedan verlo. Una de las cosas más importantes en la vida es desarrollar algo que vos amás y hacerlo realidad para ayudar hasta a tus propios hijos.
En algún punto, ¿tu trabajo lo hacés pensando en lo que querés inculcarles a ellas?
Mis hijas interactúan un montón con Gaturro, de hecho lo mencionan como si fuera su hermanito y a mí me encanta esa interacción con ellas, cómo van descubriendo las cosas, cómo van encontrando los detalles, que miren tiras que las pensé cuando ellas ni existían.
En algún punto, ¿tu trabajo lo hacés pensando en lo que querés inculcarles a ellas?
Mis hijas interactúan un montón con Gaturro, de hecho lo mencionan como si fuera su hermanito y a mí me encanta esa interacción con ellas, cómo van descubriendo las cosas, cómo van encontrando los detalles, que miren tiras que las pensé cuando ellas ni existían.
Los chicos son un mundo aparte, tenés que entenderlos y descubrir las cosas junto a ellos, te dan otra mirada completamente distinta y son una fuente inagotable de imaginación, porque están todo el día frescos y con incentivos constantes. Además ésta es una generación muy audiovisual, por eso me gusta participar del incentivo a la lectura, y los libros de Gaturro son un boom.
¿En tu familia te incentivaron a que leas?
Mis papás son ingenieros, pero mi mamá pintaba y yo pasaba mucho tiempo con mi abuelo, que era bastante bohemio y me había hecho un pizarrón gigante donde yo dibujaba, y en ese sentido hubo mucho incentivo. En casa había mucho para leer, muchos libros de arte, colecciones para chicos y a mí me gustaba leer y dibujar, y en algún momento fusioné esas dos cosas.
Mis papás son ingenieros, pero mi mamá pintaba y yo pasaba mucho tiempo con mi abuelo, que era bastante bohemio y me había hecho un pizarrón gigante donde yo dibujaba, y en ese sentido hubo mucho incentivo. En casa había mucho para leer, muchos libros de arte, colecciones para chicos y a mí me gustaba leer y dibujar, y en algún momento fusioné esas dos cosas.
Yo soy muy fanático de contar ideas de un modo gráfico, porque cuando era chico para contar algo lo tenía que mostrar y era una forma de acercarme y romper un poco ese caparazón de niño tímido con mis papás, mis abuelos y mis amigos. Me gustaba cuando un chiste era interpretado y les daba gracia porque, como todos los chicos, quería integrarme y ser el dueño de la pelota y el líder, y como no era ni el líder ni el dueño de la pelota, era el que dibujaba y me tenían identificado en ese aspecto.
¿Cómo surgió tu apodo?
Fue cuando tenía 9 o 10 años, yo veía que todos los humoristas tenían un seudónimo que era parte de su nombre o de su apellido, entonces tomé las últimas letras de mi apellido (Cristian Dzwonik) y así quedó hasta el día de hoy.
Resulta increíble cómo a los 9 años pudiste desarrollar una idea tan fuerte y que la sostuviste hasta este momento...
No sé si desarrollé una idea, creo que estaba conectando con una necesidad que tenía de comunicarme con mis amigos inmediatos, de acercarme un poco más y de mostrar lo que sentía y lo que pensaba a través de mis dibujos, porque era lo que me representaba, porque en definitiva lo que uno dibuja es lo que uno es, además de las necesidades de los demás. Yo siempre estoy pendiente del espectador, de qué es lo que está buscando el otro. A lo mejor no tengo la sensibilidad para detectar otro tipo de necesidades, pero sí tengo la habilidad de detectar qué es lo que está necesitando saber, qué es lo que está necesitando que le digan, qué es lo que necesita ver para reírse.
¿Cómo surgió tu apodo?
Fue cuando tenía 9 o 10 años, yo veía que todos los humoristas tenían un seudónimo que era parte de su nombre o de su apellido, entonces tomé las últimas letras de mi apellido (Cristian Dzwonik) y así quedó hasta el día de hoy.
Resulta increíble cómo a los 9 años pudiste desarrollar una idea tan fuerte y que la sostuviste hasta este momento...
No sé si desarrollé una idea, creo que estaba conectando con una necesidad que tenía de comunicarme con mis amigos inmediatos, de acercarme un poco más y de mostrar lo que sentía y lo que pensaba a través de mis dibujos, porque era lo que me representaba, porque en definitiva lo que uno dibuja es lo que uno es, además de las necesidades de los demás. Yo siempre estoy pendiente del espectador, de qué es lo que está buscando el otro. A lo mejor no tengo la sensibilidad para detectar otro tipo de necesidades, pero sí tengo la habilidad de detectar qué es lo que está necesitando saber, qué es lo que está necesitando que le digan, qué es lo que necesita ver para reírse.
Y después surgió todo lo que surgió, pero en ese momento, con los primeros dibujos e incluso con los primeros trabajos, uno ni se imagina lo que viene luego.
Cuando me inventé el seudónimo de Nik y pensaba en hacer dibujitos para mis amigos nunca me imaginé que iba a poder hacer una profesión de eso, ni que iba a ser tan fuerte, imaginate que imponer un personaje entre la gente es algo muy difícil, de hecho creo que si uno se lo propone es imposible, pero pasito a pasito, todo se fue dando naturalmente y me encanta que los chicos se apropien de Gaturro y cada vez sea menos mío y más de todo el resto.
Por Leila Sobol
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